miércoles, 6 de diciembre de 2017

Libro: Novela histórica: Tecuani viaja en el tiempo

Al día siguiente, unos cohetones anunciaban la boda religiosa en la parroquia. Ese día, había una veintena de mujeres con huipil ayudando a hacer la comida: tortillas con metates, metlapil, tlecuil y comales. Guisaban salsa y guacamole en los molcajetes. Tecuani, Ayotli y la maestra Cariño comían: mole rojo de guajolote y gallina criolla con ajonjolí.

En otras bodas, hay variantes, en ocasiones bailaban el guajolote y el huentle el mismo día de la boda religiosa. Guisan chilate o mixiotes de res; o carne de marrano con arroz. Comentó una niña comensal que los acompañaba.

Tecuani la miraba sorprendida pues esa niña se parecía a su abuelita y hablaba igual que ella.

– ¿Cómo te llamas?–.

 – Felipa–.

Tecuani estaba feliz, ahora conocía a su propia abuelita de niña. Estuvieron charlando un rato. Tecuani le regaló una caja de galletas del futuro y después bailaron al son que tocaba la música de viento.

El huentle y el baile del guajolote eran tradicionales en el estado de Morelos: en Atlatlahucan, Axochiapan, Atlacahualoya, Xoxocotla y Tepalcingo. En el estado de Guerrero en: Zitlala, Zicapan, Simatel, Dos Caminos, Copanatoyac, y otros pueblos localizados en la zona norte y montaña de Guerrero. En Zapotitlán y Tláhuac de la ciudad de México. En Escape de Lagunillas y otros poblados al surponiente del estado de Puebla. En Acatlán de Osorio, Puebla se le conocía como baile de la flor.
Quizás, el huentle, baile de la flor o baile del guajolote, en sus orígenes, estuvieran relacionados con el xochipitzahuatl, aunque el xochipitzahuatl se bailaba cientos de kilómetros al norte, en la región nahua de la huasteca localizada en los estados de San Luis Potosí y Veracruz. El huentle, baile del guajolote o baile de la flor, solo se representaba en poblados tradicionalistas del centro – sur del país. Incluía los estados de Morelos, Guerrero, Puebla, México, Oaxaca y Tlaxcala.

El huentle, baile de la flor o baile del guajolote en las bodas surianas evidenciaba las tradiciones similares existentes más allá de las fronteras político–administrativas entre los estados del centro–sur de México. Como son: las parodias de tecuanes, vaqueros, contradanzas, aztecas, apaches, el brinco del chinelo, las escenificaciones de la pasión de Cristo, una historia compartida de la disminución de las danzas teatros de los moros y cristianos; y el baile del huentle, baile de la flor o baile del guajolote en las bodas tradicionales.
Después de la boda, estaban Tecuani, Felipa y Ayotli en la laguna cuando vio unas marionetas gigantes de tortuga y mojiganga. Gritó:

– ¡Mira Ayotli unos muñecos gigantes! –.

–Sí, ¿quién sabe de quién serán? –.

Esperaron, y vino la maestra Cariño. Dijo:

–Debemos llevarlas al jacalón, están muy bonitas, aquí se pueden estropear con la lluvia–.
Ya las traían por la calle del panadero, al pasar por una tienda, Susano Galván, saxofonista de una banda chilatera y músico de la época de la revolución les preguntó:

– ¿A dónde llevan esos pesados monigotes? –.
–Las llevamos al jacalón porque va a llover y se van a estropear y están muy bonitas–.

Para aligerar el camino, la música de banda de Susano Galván comenzó a tocar y los cargadores de los títeres gigantes comenzaron a bailar.... 

Extracto del novela histórica: "Tecuani viaja en el tiempo" próximo a publicarse.

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