viernes, 14 de abril de 2017


Maestros tecuaneros. Eliseo Ocampo Sandoval. El Reformador

Por Óscar Cortés Palma


Don Eliseo Ocampo Sandoval, alias  "El oso", de 83 años de edad, pitero de Axochiapan, nació en 1930. Don Elíseo Ocampo quería ser pitero de niño por eso elaboró un tamborcito de cartón. Al ver esto, su padre sintió compasión y lo ayudó a elaborar su tambor.

En esos años la danza teatro del Tecuan estaba en crisis y casi desaparecía en Axochiapan, por lo que fue necesario traer maestros y músicos de otras tierras para que enseñaran los pasos y los "diálogos" de esta representación tradicional. El músico o maestro pitero que enseñaba la danza del Tecuan a los pobladores de Atlacahualoya, Calmeca y Axochiapan se llamaba Faustino Benítez, pero en una ocasión dejó de venir y posteriormente murió pero, dejó discípulos.

En el poblado de Atlacahualoya aprendió su hijo Luis Benítez pero como ya está muy mayor de edad ya no continua tocando, por eso actualmente los sones de la Danza de Tecuan de Atlacahualoya son interpretados por piteros axochiapenses, que tocan obviamente sones axochiapenses. 

En el poblado de Calmeca se perdió la danza teatro de los tecuanes, pero en el poblado de Axochiapan, Eliseo Ocampo apodado  "El oso", aprendió los sones pero como era un niño de tan sólo 10 años de edad, y no hablaba náhuatl, no comprendió los diálogos que decían los personajes, que además, ya estaban muy mayores. 

Uno de esos danzantes actores mayores que conocía los diálogos era Víctor Mozo Jacinto, quien antes de la Revolución Mexicana ya bailaba de Tecuan y ensayaban en la casa de Juan Daniel “alias Juan Chona”, como nos comentó su hijo Arturo Mozo Chino. 

Eliseo Ocampo relató que su carrera musical empezó cuando faltó el pitero Faustino Benítez de Atlacahualoya, así que sus hermanos mayores fueron a solicitarle a su papá que le diera permiso a su hermano para que tocara la música de la danza. Sin embargo, no a todos los párrocos de la Iglesia les agradaba esa danza, fue con la intercesión de su tío Narciso cuando por fin se aceptó que los tecuanes bailaran en el atrio. 

Después de esto se dio un relevo generacional, Eliseo Ocampo, modificó los sones y la coreografía. En sus propias palabras, la hizo más dinámica, un par de años después surgió otro pitero llamado Pedro Navarro y así fueron proliferando más piteros hasta sumar cerca de dos decenas, también fueron proliferando los grupos de tecuanes hasta llegar a ser más o menos quince. 



Cada grupo o cuadrilla de Tecuanes está principalmente formado en promedio por 40 personas vecinos de la misma colonia o barrio, aunque no es obligatorio que vivan en la misma colonia ya que quien así lo desee puede bailar con las cuadrillas de tecuanes de las otras colonias o barrios. Algunos de los nombres de las cuadrillas de Tecuanes son:
1.- "La Allende", 2.- "Los Cenizos", 3.-"Los Ardilleros", 4.- "La Progreso", 5.-"La Florida 1", 6.-"La Florida 2", 7.-"Los Carretos", , 8.-"La Oficina", 9.-"El Barrio Pobre", 10.-"El Barrio Loco", 11.- "Los Chicanos Locos", 12.-"El Regreso de los Veteranos de 1910" 13.-"Barrio Cholo", 14.- Malvivientes y 15. La Cuauhtemoc. 



Eliseo Ocampo Sandoval comentó que el reformó las melodías y la coreografía y actualmente la danza se baila como él la diseñó. Antes bailaban encadenados, pero decidió cambiarlas por cruzados.


 Antes se vestían como un conjunto de catrines chaquetudos, tenían diálogos en náhuatl en la que relataban una historia como la “danza de los Vaqueros”, bailaban únicamente hombres, y todos los danzantes tenían un nombre. Pero reformó la danza, así que un año los tecuanes se disfrazaban de toreros, al año siguiente de carboneros, etcétera. Eliseo Ocampo nos comentó una anécdota de cuando tenía 20 años de edad: lo visitó don Eliseo B. Aragón, nahuatlato y promotor cultural, de unos 70 años, acompañado de algunas personas.



Eliseo B. Aragón le dijo: “Tócanos los sones antiguos de la danza de los tecuanes para grabar un disco y también acompáñanos a Cuernavaca”. A lo que Eliseo Ocampo respondió: “No conozco las piezas antiguas, yo toco lo nuevo no lo antiguo”.



Los dos Eliseos, estuvieron de acuerdo en que las danzas se van transformando con el tiempo. Las reformas de Eliseo Ocampo explicaría por qué la danza del Tecuan de Axochiapan otorga bastantes libertades coreográficas a sus participantes, quienes se pueden disfrazar desde porristas, huentle, XV años, bufones, desfiles, etc., no obstante los pobladores se esfuerzan para recuperar a los personajes originales, que son los viejos cazadores. 



El crecimiento exponencial de grupos y músicos de danzantes en Axochiapan puede explicarse por los "concursos" de danzantes de la década de los ochenta y en donde los galardonados recibían guajolotes, trofeos y estandartes.



Eliseo Ocampo, igual que los demás piteros de Morelos, organizaba la danza por gusto porque en general todos viven en situación de pobreza, la mayoría no sabe leer ni escribir, y se dedican a actividades agropecuarias.Aunque las nuevas generaciones de piteros tienen características diferentes, como nos comentó Eliseo Ocampo “los tecuanes de Axochiapan nunca se van a acabar”.

© Texto Óscar Cortés Palma 


Información obtenida del libro DE LOS TECUANES.
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Este libro tiene en total  232 páginas, contiene además mapas, fotos y guiones de la danza-drama de los tecuanes.
Libro de los tecuanes
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